Barrios de la Costa Norte de la República Dominicana: Cómo escoger la opción perfecta

Alguna vez lo ha oído – todos lo hemos escuchado – a la hora de comprar o vender una casa: » ¡La ubicación, la ubicación, la ubicación!». Pero, ¿qué significa realmente? Para algunos, lo más importante es la proximidad con determinados atractivos de una zona o lugar. Para otros, son las vistas o la proximidad al mar.

Algunos prefieren zonas donde las propiedades sean más espaciosas, para otros significa lugares donde haya acceso lugares de ocio o trabajo, escuelas o centros de salud. Pero, en muchos casos, todo se reduce a una palabra: barrio.

Para algunos, cuando se menciona la palabra «barrio», es un viaje en el tiempo a su juventud, con imágenes de juegos con los amigos en el callejón sin salida o en la calle cercana a casa, y de mamá llamando a los niños para comer.

En ocasiones es la casa en sí, a veces las casas vecinas, la calle en la que está ubicada, además de las características del paisaje, al igual que la proximidad al centro de la ciudad… Sea como sea, «barrio» es una palabra poderosa. Habla de unión, de sentido de comunidad, incluso de familia. Y sin duda alguna puede contribuir a conformar nuestra identidad.

Un entorno atractivo puede aumentar el valor de una propiedad. La personalidad de una zona se refleja en sus casas, patios, calles, colegios, parques y tiendas. Los barrios también tienen sus ciclos vitales: algunos están experimentando un auge, mientras que otros parecen atravesar dificultades; algunos se encuentran en transición, a la espera de ver quién se instala en ellos para afrontar los retos a los que se enfrente la zona.

Los lugares en los que los propietarios están abiertos a interactuar y hablar entre sí pueden abordar incluso cuestiones delicadas como la delincuencia, el vandalismo y la basura, o divertidas como las celebraciones navideñas y los mercadillos.

Los barrios están vagamente definidos; a veces entra en juego la ubicación geográfica o las divisiones creadas por carreteras o el flujo de tráfico. Un barrio es una zona localizada dentro de una ciudad o núcleo urbano más grande que a menudo tiene sus propias formas de interacción social, donde se expresan valores comunes a medida que interactúan individuos y grupos de personas.
Lo más probable es que cuando encuentre la casa perfecta, no estará sola: formará parte de un vecindario, y ese vecindario influirá en su calidad de vida.

¿Qué características debe tener el barrio donde va a comprar un inmueble?

Cuando esté pensando en comprar una vivienda, y sobre todo si tiene una familia, es conveniente que se familiarice con los distintos barrios que hay en la zona que le interesa. La mejor manera de determinar si un barrio estará al nivel de su fama es pasar tiempo en él. Si no puede explorar la zona en persona, pregunte a su agente inmobiliario o utilice internet para investigar.

Diríjase al órgano de gobierno de la ciudad y, consulte la prensa local en Internet. Hable con personas que hayan vivido en esa región y no sienta miedo de hacer preguntas difíciles: ¿Qué les gusta y/o disgusta de una zona, y por qué?

Cuestiones como la fe, la política o la tolerancia a la diversidad también se descubren al experimentar el ambiente de un barrio. Estos asuntos de gran importancia son «intemporales»: impregnan el día a día de cada persona, al trabajar en sus proyectos e incluso a la hora de estar en casa

Explora el barrio en fechas de fiestas si puedes y fíjate en los detalles.

• ¿Cuántos coches circulan por la calle? ¿Qué le parecen los exteriores de las casas y edificios?
• Si hay niños y familias, ¿eso es importante para usted?
• ¿La gente parece que se entretiene? ¿Tiene amigos y familiares cerca?
• ¿Las casas parecen vacías y la gente hace fiestas en algún lugar remoto?
• En año Nuevo, semana santa u otras fechas: ¿resultan fiestas interminables o más bien parece un enclave tranquilo?

Tener las respuestas a estas preguntas le ayudarán a encontrar un barrio que se adecue a usted. Tomarse el tiempo visitando estos barrios puede resultar una tarea difícil, pero que merece la pena. Intente imitar sus rutinas diarias mientras explora.

Si es un día laborable, procure circular por las calles en torno a las horas a las que podría salir y volver del trabajo, si tiene niños en la escuela, verifique como es el tránsito a la hora de entrada o salida del colegio. Coma en restaurantes locales y visite los supermercados o colmados durante las horas del día en las que podría hacer la compra. Observe cada detalle y experimente cómo se siente en esos lugares.

Si va a desplazarse al trabajo desde su nuevo barrio, intente recorrer la ruta en coche. Anote todas sus experiencias y sensaciones, ya que pueden ayudarle a tomar una decisión más clara. Intente tomar un café y leer el periódico local en un lugar con gente de su edad aproximada y observe a las personas que se encuentran allí. Si practica running, ciclismo o algún deporte, intente averiguar dónde lo podría hacer en el área en cuestión. Se trata de su estilo de vida, y su barrio debe ajustarse a él.

Simplemente conduzca por el vecindario y averigüe dónde se encuentran los servicios y las escuelas.

Conduce por los alrededores y fíjate en las gasolineras y en los colegios, planifica tus desplazamientos en función de las horas en las que puedas ver a padres dejando o recogiendo a sus hijos. Los padres de niños en edad preescolar quizás estén interesados en explorar los parques locales y pasar algún tiempo en ellos para determinar el nivel de uso y lo cómodos que se puedan sentir allí con sus hijos. Siempre que sea posible, hable con la gente y vea qué es lo que les gusta de vivir en la zona.

Si es usted religioso, probablemente querrá informarse sobre los lugares de culto y, posiblemente, asistir a una misa. Asegúrese de recorrer las calles de su barrio por la noche. ¿Hay espacio suficiente para aparcar? ¿Se siente seguro? ¿Qué tal son los niveles de ruido y luz? ¿Quiénes están en la calle? Las respuestas a estas preguntas deben resultarle tranquilizadoras.

Deambular por las calles como un «turista» en lo que podría ser su nueva ciudad o barrio no es lo mismo que vivir allí, por lo que es posible que desee tomárselo con más calma y tratar de experimentar lo cotidiano.

• Intenta ir a la biblioteca, hacer ejercicio en la piscina, acudir al centro cultural o al gimnasio.
• Vaya al equivalente de los lugares que usted o sus familiares frecuentan en su residencia actual.
• Pasa por la tintorería o la lavandería, la tienda de la esquina y la farmacia.
• Vaya a una oficina de correos o a un banco, pida ayuda en una ferretería, localice el ayuntamiento y encuentre el juzgado o la comisaría de policía. Puede que nunca necesite estos servicios, pero familiarizarse con su ubicación dentro del barrio al que va a vivir le ayudará a entender a los habitantes de la zona y a hacerse una idea de quiénes son.

Aunque ahora no se encuentre a gusto allí, debería ser capaz de visualizarse a sí mismo yendo y viniendo, y procurar encontrar un barrio cercano a los lugares en los que sienta mayor potencial o posibilidad.

Hay quienes disfrutan con los retos: compran casas o propiedades en barrios «menos deseables». Si bien la casa puede ser justo lo que estaban buscando, el barrio no lo es. Superar los obstáculos de un barrio que no es de su gusto puede impulsar a una persona o a una familia a llegar más lejos y a profundizar más que nunca.

Cuando este sea el caso, considere su capacidad para comunicarse con quienes le rodean e intente captar las posibilidades de cambio. Tal vez el cambio empiece por usted. Esto supone un riesgo, pero lo sabe desde el principio. Si ha explorado previamente el entorno con la diligencia debida, podrá decidir si participará en el desarrollo del barrio o «esperará» de forma más pasiva a que el vecindario cambie a su alrededor.

Conclusión

Descubrir un barrio es «encontrarse con uno mismo» de nuevo: es una oportunidad de reavivar lo que es significativo para uno. De hecho, es posible que tengas dos zonas, una en la que vivirás y otra en la que trabajarás, y puede que estén cerca o lejos.

Puede que tenga que desplazarse a otros barrios para ir de compras o entretenerse, por eso, cuando piense mudarse a una zona, tómese su tiempo para ver más allá de los minutos que le separan del trabajo o la escuela. Buscar la esencia de los barrios puede ayudarle a arraigarse en un lugar y a comprender dónde encaja y cómo puede marcar la diferencia.

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